domingo, 27 de noviembre de 2011

Locución de Federico García Lorca en la inauguración de la biblioteca de Fuente Vaqueros, su pueblo.

Hoy os dejamos con estas maravillosas palabras de Federico, en las que manifiesta la necesidad de la educación para alcanzar la libertad, para no convertinos en "máquinas al servicio del Estado". Aunque curioso es el hecho de que no confiera importancia para ello a la creación de escuelas, sino de bibliotecas, que son mucho más que eso, son espacios donde alguien puede investigar, buscar, encontrar, educarse y deseducarse, en un ir y venir de libros tan sólo seleccionados por sus ganas, su criterio, su interés. Al fin y al cabo, los libros no tienen dueño, muy al contrario del mensaje escolar.

Septiembre 1931, Fuente Vaqueros (Granada)

Cuando alguien va al teatro a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. "Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre", piensa y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Esta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre, yo si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento.Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿Dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: "amor, amor", y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: "¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!". Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua
pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: "Cultura". Cultura porque sólo a través de ella se puede resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.

jueves, 24 de noviembre de 2011

La educación fuera de la escuela

El blog que hoy os recomendamos, constituye un buen ejemplo de desescolarización, que resuelve casi desde el principio la reacción casi automática que se da cuando pensamos: " si no educamos en la escuela, entonces ¿donde?". La respuesta es clara, en casa, en el entorno cercano, porque resulta casi antinatural el que tengamos que salir de nuestro entorno para aprender a conocerlo.

En el blog hay un listado de blogs relacionados de "homeschoolers" estudiantes en casa que autodirigen su aprendizaje por su propio interés. También podemos encontrar blogs temáticos relacionados, espacios de escuelas "libres" o artículos donde se exponen las bondades de esta forma de entender la educación como una herramienta de desarrollo y transformación personal con el interés propio como núcleo.

http://madalen.wordpress.com/tag/desescolarizacion/

lunes, 21 de noviembre de 2011

Padres de la Desescolarización ( I ) : Marshall McLuhan

El primer defensor de esta corriente que vamos a ver es Marshall McLuhan (1911-1980) fue un educador, filósofo y estudioso canadiense. Su crítica directa a la escuela está casi unida a la idea de la alternativa tecnológica como sustitutiva de ella, dejando así el mensaje socializadorfuera de las instituciones y libre de su influencia a través de la utilización y difusión de los medios tecnológicos y audiovisuales.
Se trataría de poner al servicio de la formación cultural la prensa, la televisión, la radio, ( y en la actualidad, internet). Ya que según Mac Luhan, en estos medios se baraja una cantidad de información imposible de generar por las instituciones escolares . Este autor afirma que dichos recursos, al ser atractivos y al estar permanentemente en contacto con el niño, cumplen un proceso de enseñanza de un modo más efectivo,  afirmando “hoy en nuestras ciudades, la mayor parte de la enseñanza tiene lugar fuera de la escuela. La cantidad de información comunicada por la prensa, las revistas, las películas, la televisión, y la radio exceden en gran medida a la cantidad de información comunicada por la instrucción y los textos en la escuela. Este desafío ha destruido el monopolio del libro como ayuda a la enseñanza y ha derribado los propios muros de las aulas de modo tan repentino que estamos confundidos, desconcertados”.(Trilla, 2002:292)

En los 60 acuñó el término Aldea global para referirse a la interconectividad humana generada por la tecnologización de nuestra sociedad puede ir transformando el estilo de vida en el de una aldea pero a nivel global, ya que las comunicaciones entre las personas se producirían de forma rápida, independientemente de su cultura, pais, edad, estatus socioeconómico...

Es por ello que para Mc Luhan las nuevas tecnologías constituyan la gran esperanza de trasformación social, ya que, según él, el mensaje de estas no puede ser institucionalizado o controlado por intereses ajenos. Aunque en la actualidad, aquellos medios que para él constituían la llave a la educación libre, se han convertido en otra herramienta de manipulación del sistema, al estar en manos de intereses privados que persiguen controlar el mensaje a la población desde todos los emisores posibles de esta. Hoy en dia, sólo podemos contar con internet, para encontrar, no sin antes hacer una exhaustiva selección, informaciones fuera de la norma.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Artículo de prensa: DESESCOLARIZACIÓN OBLIGATORIA



En este artículo de prensa de José Ángel Bergua hace un breve pero certero análisis del sistema educativo desde sus inicios para demostrar lo inútil que es la escuela como herramienta de desarrollo personal, aunque resulta altamente efectiva en lo que se refiere a tareas de domesticación social, hace así un llamamiento a las ideas "setenteras" que éxigían la desescolarización obligatoria, basándose en que la escuela, como institución disciplinaria que es, por muchas transformaciones que sufra, nunca se logrará una sociedad mejor através de ella.

http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/opinion/desescolarizacion-obligatoria_276716.html


JOSÉ ÁNGEL Bergua 17/10/2006

Cuenta una vieja enseñanza budista que el maestro le dijo a su discípulo: "si me dices que este palo es de verdad te pego con él y si me dices que es falso también". A veces da la impresión de que muchos debates llevan a encerronas similares. Es lo que sucede, por ejemplo, con las discusiones acerca de si la escuela debe basarse o no en la autoridad. Si se echa un vistazo a la historia de esta institución está claro que estamos ante un falso dilema pues la escuela es, por definición, disciplina.

Según Aries, la aparición de las primeras escuelas, allá por el siglo XVI, supuso que el niño dejara de estar mezclado con los adultos. Lo llamativo es que por esa misma época se consideraron diferentes otras clases de individuos y también se sintió la necesidad de apartarlos. Es lo que sucedió con los niños expósitos, los vagos o mendigos, los locos, etc. Por lo tanto, la escuela formó parte de un plan disciplinario por el que se decidió poner a cada individuo diferente en su institución.

A partir del siglo XVIII el impulso disciplinario se desarrolló dentro de la escuela. Primero, se distribuyó a los sujetos en clases según ciertas características, como la edad. Después, dentro de cada clase se ensayaron distintos métodos de clasificación. Por ejemplo, se ordenó a los alumnos por filas y columnas atendiendo a variables tales como el nivel intelectual, la limpieza, la educación, etc. De este modo cualquier profesor podría saber exactamente las características del alumno por la posición que ocupaba. En tercer lugar, la disciplina se proyectó sobre el cuerpo de los alumnos. Por ejemplo, para imponer una posición concreta a la hora de escribir. Como decía un reglamento de la época, "hay que tener la pierna izquierda más adelantada que la derecha, debe haber dos dedos de distancia entre el cuerpo y la mesa, el brazo izquierdo debe estar, desde el codo, totalmente apoyado sobre la mesa", etc.


El plan disciplinario que ha ido modelando la escuela también dispone de distintos métodos de vigilancia y control. Uno de ellos es, según Foucault, el examen. Su función es triple. Primero crear un campo documental y convertir a cada individuo en un caso susceptible de análisis. En segundo lugar, el examen permite clasificar y jerarquizar a los individuos. Finalmente, permite extraer un saber destinado al profesor acerca del modo como aprende el alumno. Sobre este saber se construirá la pedagogía.

Sin lugar a dudas, el momento más importante en la historia de la escuela es la promulgación de su carácter universal y obligatorio. La impulsaron las élites políticas e intelectuales de la Revolución Francesa para moralizar a las clases bajas y desactivar el peligro revolucionario. Así la defendió Jules Ferry: "Hay que acabar con las escuelas de la Iglesia porque permitir la libertad de enseñanza supone un peligro en la medida que permitiría a los revolucionarios de la Comuna abrir sus propias escuelas". En España, el Rector de la Institución Libre de Enseñanza dijo prácticamente lo mismo en 1901: "¿El movimiento social (obrero)?. No nos confundamos. Es vano acudir a la infantería o la caballería para poner fin a este mal. El problema social es el de la enseñanza integral, en virtud de la cual la masa indomable, solicitada por toda clase de tentativas entenderá y comprenderá sabiendo leer". Por tanto, la escuela universal nació para producir la clase de sujetos que los promotores del nuevo orden necesitaban.

No estamos entonces ante una institución preocupada por el crecimiento de la inteligencia sino por su domesticación. Por eso quien apuesta de veras por el conocimiento está obligado a desaprender lo que le han metido en la cabeza. Esto es más fácil hoy que en otro tiempo porque las sociedades son cada vez más dinámicas y heterogéneas, en consecuencia la compacta doctrina escolar resulta menos creíble y las ideas son despedidas por las neuronas más rápidamente. Hoy el conocimiento que más retienen niños y adolescentes les llega desde fuera de las instituciones. Principalmente de internet. La última fase en la construcción de la escuela tiene que ver con el desembarco de las ciencias psicopedagógicas. Al principio pedagogos, psicólogos, trabajadores sociales, sociólogos, etc. llegaron a la escuela para atender al inadaptado. Sin embargo, pronto su interés se orientó hacia todos los niños y todos fueron tratados como potencialmente desviados. De modo que hoy la vigilancia ya no la ejerce sólo el maestro sino un conjunto de especialistas que no dejan nada del niño en la penumbra. Además, la familia ha sido llamada a colaborar en el sistema de vigilancia total. Ningún adulto es objeto de tan intensa ni especializada vigilancia.

Pocos dudan que la escuela está en crisis. La proliferación de leyes y profesionales para apuntalarla, las bajas por depresión del profesorado, el buylling, etc, dan a entender que esa vieja institución en la que tantas esperanzas depositó la modernidad se tambalea. Para apuntalarla unos pretenden recuperar sus fundamentos disciplinarios. Otros, al contrario, olvidando la naturaleza de la institución, hace décadas que insisten en convertirla en un espacio de libertad y espontaneidad. Los resultados han sido desastrosos. Las experiencias de Summerhill en Gran Bretaña y Bonneuil en Francia son un claro ejemplo de esto. Ocurriría lo mismo si se quisieran transformar los manicomios, las prisiones, los centros de trabajo y otras instituciones disciplinarias similares en lugares de disfrute.

Cuenta una versión de la enseñanza budista mencionada al principio que el discípulo salió de la encerrona en la que le puso el maestro quitándole el palo y atizándole con él. Puso así de manifiesto que el problema no era elegir una otra respuesta sino la amenaza del garrote. En relación a la escuela, cada vez resulta más evidente que el problema no es ninguna de sus variantes sino la propia institución. Esto lo tenían muy claro ciertos analistas de los 70 cuando hablaban de "desescolarización obligatoria". Quizás haya llegado la hora de desempolvar sus ideas.

Sociólogo. Profesor de Universidad

martes, 15 de noviembre de 2011

¿Por qué es necesaria la desecolarización?

La educación, tal y como hoy la conocemos, ayuda a las personas recien llegadas a nuestro mundo a comprenderlo y adaptarse a él de la mejor forma posible. Pero, ¿y si llegamos a un mundo donde la gran mayoría de personas ven su locura y su sin razón?, ¿por qué seguir reforzándolo a través de las nuevas generaciones?.

La lógica nos dicta que para cambiar el mundo, la educación debe existir pero de una manera aún no usada, por lo menos a gran escala. Esta educación debería estar libre de influencias y centrada en el desarrollo de la persona, nunca en su transformación en algo alejado de su naturaleza, ya que en este caso, no estaríamos hablando de educación sino de alienación, domesticación o adoctrinamiento.

Los sistemas educativos actuales no son la llave para que las personas conozcan lo que son, sino que son constructores de realidades virtuales que nos distorsionan nuestra forma de relacionarnos con nuestro entorno, hasta el punto de casi olvidar lo que un dia fuimos, hombres y mujeres sin más necesidades que las de vivir cada momento como lo que es, único.